Tras 28 años, condenan a prisión perpetua a los dos ex policías acusados del crimen del subcomisario Jorge Omar Gutiérrez
La Cámara de Apelaciones y Garantías platense condenó a prisión perpetua a un ex cabo de la Policía Federal Argentina (PFA) y a un ex efectivo de la Policía bonaerense por el crimen del subcomisario Jorge Gutiérrez, hermano del ex intendente de Quilmes, Francisco Barba Gutiérrez, asesinado de un balazo en la nuca en 1994 cuando se dirigía en tren Quilmes.
El fallo de la Sala A de la Cámara de Apelaciones y Garantías de la ciudad de La Plata recayó sobre Alejandro Santillán, Chiquito Santillán para sus colegas, exmiembro de la Policía Ferroviaria de la Federal; y el exefectivo de la Bonaerense, el Colo Francisco Severo Mostajo, que acompañaba en sus fuera de hora a su amigo el Chiquito en el cobro de peajes en el Roca. El tribunal ordenó además la detención inmediata de ambos.
El subcomisario Jorge Gutiérrez era el segundo jefe de la comisaría 2ª de Avellaneda. A principios de la década de los 90, en pleno menemismo, investigaba los depósitos de la empresa De.Fi.Sa. ubicados a un lado de la comisaría, investigación vinculada al resonado caso de la Aduana Paralela, que estalló durante el gobierno de Carlos Menem. A través de la ventana de su oficina, Gutiérrez había visto la entrega de una enorme cantidad de automóviles importados (cerca de un millar). Le había comentado a su esposa, Nilda Maldonado, que sospechaba que en los autos ocultaban un cargamento de drogas. El 29 de agosto del ’94, subió en la estación Avellaneda al segundo vagón del convoy 4101, se sentó en el tercer asiento. Eran minutos pasadas la 0.36 de ese lunes.
Antes de las 0.45, Chiquito se sentó detrás de Gutiérrez. El Colo se sentó delante y le dio charla al subcomisario. Al llegar a la estación Sarandí, Gutiérrez ya estaba recostado contra la ventanilla, con un disparo en la nuca. Dos vendedores ambulantes vieron todo. Y reconocieron a los ahora condenados como integrantes de la patota de la Ferroviaria que pasaban a cobrarles los peajes: Chiquito Santillán y un amigo que siempre andaba con él al que conocían como el Colorado.
Al Chiquito lo detuvieron un mes después. Estuvo imputado como autor material del disparo que mató a Gutiérrez, aunque fue absuelto en 1996 por la Sala Primera de la Cámara de Apelaciones de La Plata, luego de que los dos testigos se dieran vuelta, aconsejados convenientemente por sendas sesiones de tortura.
Al Colo le fueron dando vueltas, primero sobreseído, después agregado como testigo, y en agosto de 2009, como partícipe secundario, lo que lo dejaba afuera por prescripción (pasados los 12 años). La familia apeló y logró modificar la acusación a partícipe primario (prescripción a 15 años) en el homicidio calificado por alevosía. Tres días antes de que pasaran los 15 años al Colo Mostajo lo encontraron escondido en Temperley.
En 1998, en representación de la familia, desde el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) se presentó el caso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), y luego se llegó hasta la Corte IDH. En noviembre de 2013, el máximo tribunal penal americano declaró al Estado argentino responsable por el derecho a la vida y la protección jurídica a favor de Gutiérrez y su familia, y ordenó reabrir el proceso.
Casi diez años después, empezó el juicio, el pasado 25 de abril. Anoche, la Sala A de la Cámara de Apelaciones sentenció a ambos a perpetua. La abogada de la familia Gutiérrez, Carla Ocampo Pilla, explicó a Télam que la Sala “fue contundente en dar por acreditada la presencia de los dos imputados en el tren. Y los tres jueces entendieron que Santillán fue claramente el autor del disparo”.
“En el caso de Mostajo, dos de los tres jueces expresaron que él hizo su aporte, por ser quien se sentó frente a la víctima como una maniobra de distracción y fue así que votaron a favor de condenarlo como partícipe necesario”, precisó.
El tribunal calificó el hecho como homicidio con alevosía por entender que Gutiérrez “fue sorprendido por atrás y no le dieron tiempo ni siquiera de desactivar el seguro de su arma”, explicó la letrada.
“Además se hizo lugar al pedido efectuado en nuestro alegato y se ordenó la inmediata detención de ambos condenados”, puntualizó ya que Santillán y Mostajo habían llegado en libertad al juicio oral.
El crimen de Gutiérrez fue investigado inicialmente por el comisario retirado Jorge Piazza, quien fue secuestrado y asesinado en un descampado en Quilmes.
Fuente: Página 12